Capítulo 38

Capítulo 38

-Mariano –gira con sorpresa al reconocer su voz- ¿Qué haces acá?

Mariano: necesitamos hablar Emilia y lo sabes –se sentó a su lado

Emilia: no tenemos nada que hablar –se iba a levantar pero él no la dejo- En cualquier momento van a venir mis escoltas –advirtió

Mariano: no, viniste sin ellos –lo mira sorprendida- Hace unos días que quiero hablar contigo, quiero que me expliques varias cosas

Emilia: yo no quiero hablar, no quiero ni verte

Mariano: ¿Por qué me mentiste? –Ignorando lo que ella había dicho- ¿Por qué me hiciste creer que habías abortado?

Emilia: porque yo quería a mi bebé, no quería perderlo y sabía que tú harías lo imposible porque mi hijo no naciera, estoy feliz de haberte mentido y tener a Lali –sincera

Mariano: Si me odias tanto, ¿Por qué lleva mi nombre?

Emilia: El día que ella nació, era el día de Lady Mariana en Eudamón, era el día que nació la madre de Nicolás, él estuvo en el parto conmigo, luego del parto me lo comento, él sabía que por ti quizás no querría ponerle ese nombre, pero me pareció que tenía que hacerlo, al fin de cuentas no era por ti.

Mariano: Perdón

Emilia: -sorprendida- ¿Qué?

Mariano: lo que oíste, perdón por pedirte lo que te pedí, no lo pensé, solo estaba nervioso. Vico era un niño pequeño, yo amaba a Mercedes, no quería perderla. Fui egoísta. –sincero

Emilia: no te creo Mariano, de ti no creo nada –se levanto para irse, esta vez no la detuvo

Mariano: Hiciste bien en no hacerme caso, Mariana es una gran mujer –ella no le dijo nada, se fue de allí. Él quedo un momento más, luego se fue.

Dos días después de que le dieran la carpeta, Lali decidió leerla, sin dudas era un caso interesante y atrapante, un caso de los que le gustaban, difícil, muy difícil. Estaba tan atenta leyendo hasta que el timbre la interrumpió, suspirando se levanto de la cama a atender.

Lali: -pensando mientras iba a la puerta-  “Siempre que estoy interesada en algo me interrumpen, cuando me aburro como una ostia no llama ni viene nadie” –abre la puerta- Usted –sorprendida

-Era hora de que viniera a ver a la hija de mi marido –pasa sin pedir permiso- ¿Qué quieres?

Lali: esa no sería la pregunta, -la mira- la pregunta sería ¿Qué quiere usted? Mercedes

Mercedes: que te vayas, yo ya le perdone hace años el desliz que Mariano tuvo, tú eres un recuerdo de eso y quiero que desaparezcas de su vista. –Segura

Lali: yo no estoy en la vista de su marido, es más estoy alejada de él

Mercedes: pero no de mí hija, no te quiero cerca de ella, ni de Vico.

Lali: fue idea de Eugenia conocernos más. Antes de venir aquí, debería informarse. –La miraba seria, sentía un poco de lastima por esa mujer- Ahora le pido que se retire, estoy ocupada y no tengo tiempo para estás escenas, escenas que debería hacer a su marido, no a mí. -Mercedes la miro furia, gruño y se fue de allí.- Ahora a seguir leyendo, -acarició su vientre- antes creo que tenemos hambre- sonrió, fue a la heladera, saco una ensalada y un vaso de jugo. Después volvió al cuarto y continúo leyendo, a eso de doce y media preparo algo para comer, por lo general Peter iba a la una a comer con ella. Lo espero con pollo al horno, como él no llegaba decidió llamar al despacho, le dijeron que había ido a cenar con su secretaria, ella suspiro.-  Después que no se enoje si no le aviso algo. –susurro y se dispuso a comer.

Peter almorzó con Paula, hablaron un poco de todo, necesitaba distraerse, había salido de un caso complicado. Al volver al despacho la recepcionista aviso que Lali le había llamado

Peter: Lali  –susurro preocupado, se había olvidado de avisarle que no iría a almorzar- ¿Dejo dicho algo?

Recepcionista: no, le dije que al salir del juzgado fue a almorzar con su secretaria. No me dijo nada, solo colgó

Paula: espero no traerte problemas Pitt –sonando preocupado

Peter: tranquila, no creo que se enoje. –Le aseguro-“Aunque seguramente está furiosa conmigo” –pensó- ¿Tengo algo importante para la tarde?

Paula: no, solo un par de reuniones

Peter: cancélalas, voy a ir a casa.

Paula: -asintió, trata de disimular su descontento- ve, yo me encargo de todo.

Peter asintió y se fue de allí, sabía que ella tendría razón en estar enojada, además sus hormonas estaban bastante elevadas, seguramente le tiraría algo al entrar, llego al edificio, entro por la cochera, dejo su auto, tomo el ascensor y fue hasta su apartamento.

Peter: -entrando- Lali -la llamo y nada-  La, -volvió a llamarla- ¿Se abra ido? –susurro preocupado. Al llegar al cuarto escucho música suave, ella no estaba allí, fue al baño y la encontró en la bañera con los ojos cerrados, escuchaba atenta la melodía clásica que sonaba. Él se acerca despacio a ella- Hola La

Lali: -se sobresalta- Peter, me asustaste –respira hondo- ¿Qué haces tan temprano acá?

Peter: vine a disculparme por no avisarte que no venía a almorzar y a pasarla tarde con ustedes.

Lali: no tienes que disculparte y ya tenemos planes –acarició su vientre

Peter: ¿Qué planes?

Lali: después de un baño relajante, vamos a ir a casa de mis padres, pienso caminar por el lago un rato. Leí que les hace bien a los bebés tener contacto con los ruidos de la naturaleza, además de que la música sirve para estimularlos ya desde el vientre.

Peter: ¿Puedo ir con ustedes? –Ella lo mira- Me gustaría pasear un rato

Lali: Ok, puedes ir. –Le sonrío

Peter: ¿Puede estar en la bañera un rato con ustedes?

Lali: -sonrió para adentro- No, apenas entro yo y me gusta la comodidad, lo que puedes hacer es cambiarte y esperarnos –sonrió volviendo a cerrar los ojos y subiendo el volumen de la música- “Vas a aprender, no pienso decirte nada por no venir a almorzar, pero no esperes que te reciba con los brazos abiertos” –pensó

Peter la miro incrédulo, ella nunca se le negaba, además de estar sorprendido porque al parecer a ella no le importo que no fuera a almorzar, salió del baño, fue a la cocina a buscar un vaso de agua, se sorprendió al ver dos platos y dos vasos sucios, ella no almorzó sola al parecer

Peter: “¿Con quién almorzó?” –Pensó con un poco de celos- “¿Sería tan importante esa persona que a ella no le importo mi ausencia? ¿Habrá llamado para asegurarse de que yo no vinera?” –se preguntaba no queriendo responderse. Volvió al cuarto, se cambio y espero a que ella saliera del baño y se cambiará, una vez listos ambos fueron a casa de los padres de ella, pasaron la tarde allí.

Un mes después nació el hijo de Eugenia, era un hermoso niño.

Euge: gracias por acompañarme Nico –sonreía con el niño en brazos

Nico: no tienes que agradecerme, fue un pacer para mí verlo nacer. –Se acerca y la besa, ella responde a ese beso- Euge, me encantaría que aceptaras tener una relación conmigo, que me dejaras ser un padre para ese niño hermoso –acariciando suavemente la cabecita del bebé

Euge: ¿De verdad? –el asiente- Yo te amo, -confesó- creí que jamás me volvería enamoraría pero tú llegaste a mi corazón, me encantaría que formáramos una familia

Nico: te amo –sonríe y la besa

Unos minutos después entran todos a ver al niño, él último que entra es Peter

Peter: ¡Felicidades Euge! Es hermoso –tomándolo en brazos

Euge: gracias. –Sonríe- ¿Lali?

Peter: -suspira y le da el bebé a Nico- No tengo idea, la llame a su celular y no me contesta, en casa tampoco está porque ya intente.

Nico: seguro tiene el celular apagado, debe estar en el juzgado

Peter: ¿En el juzgado? –extrañado

Nico: si, hace unas semanas, creo que un mes que  está ejerciendo como abogada de nuevo. Se encarga de los asuntos legales de Eudamón acá en Argentina, además de unos casos particulares como ya deberías saber

Peter: No me dijo nada –extrañado- Habíamos quedado que no trabajaría hasta que después que nuestros hijos nacieran.

Nico: mi hermana no puede estar sin hacer nada, lo que me parece raro es que no te dijera.

Euge: ¿Están bien como pareja?

Peter: si, mejor que hace unos meses, tenemos algunas que otras discusiones, pero nos estamos levando bastante bien

Nico: -lo mira serio- ¿Le hiciste algo?

Peter: no, es más no se ha enojado conmigo ni cuando tendría que enojarse

Nico: O sea que algo le hiciste- afirmo suspirando- Mi hermana rara vez demuestra su enojo, no es de gritar o tirar cosas, la ve y parece que está en equilibrio, en realidad tiene ganas de estrangularte.

Euge: en algo nos parecemos –sonrío., sienten golpear suavemente la puerta- Pase- entra Lali- Justo estábamos hablando de ti

Lali: -sonríe- espero que bien –saluda a Nico, a Euge y luego besa suavemente a Peter- ¿Cómo estás? –pregunta a su hermana

Euge: cansada y dolorida, pero feliz.

Lali: -se acerca al bebé que estaba en brazos de Nico- ¡Es hermoso! –acariciaba al bebé.

Peter: Lali, ¿Por qué no me dijiste que estabas trabajando de nuevo?

Lali: -lo mira y le sonreír- Creí que no te interesaría, tú sales a almorzar con tu secretaria y no me habías dicho nada, yo no me enoje

Nico: ¿Tienes una aventura con tu nueva secretaria? -sorprendido

Lali: si es así que me avise, si es una relación abierta me gustaría saberlo, él otro día quede bastante tentada con el del súper

Euge: ¿El repartidor morocho, alto de ojos color miel? –Asiente- Te entiendo, es divino.

Nico: creo que tendrás que cambiar de súper –Celoso- Tú, -a Peter- Estoy esperando tu respuesta

Peter: ¡No tenemos una relación abierta y no tengo una aventura con nadie! –exclamo

Lali: tú avísame si cambian las cosas

Peter: lo que vamos a cambiar es de supermercado. –La mira- ¿Es con él que almorzas?

Lali: ¿Eh? –sin entender

Peter: siempre que llego a casa hay dos platos y dos vasos sucios, es obvio que alguien más como contigo

Lali: -lo mira- Si, mi vagancia –la miran, sin entender- Todas las noches me dejo un plato de comida en la heladera, ya que a media mañana siempre me da hambre, me sirvo un vaso de jugo y como, luego ponto todo en la pileta, a la hora de almorzar como me da flojera fregar, agarro un plato y un vaso limpios, al igual que cubiertos. –Explico.

Peter: ¿En serio? –sorprendido

Lali: si, no tengo porque mentirte en eso

Nico: yo te entiendo hermanita, yo hago lo mismo. Creo que la mayoría lo hace.

Estuvieron hablando un poco más y se fueron de allí, como ella no andaba en auto él la llevo a casa.

Peter: ¿Estás muy apurada?

Lali: no, solo voy a casa a descansar, voy al juzgado solo por las mañanas, sino me canso mucho. –Acariciaba su vientre- Si estás apurado puedes dejarme en la parada de un taxi y…

Peter: -la interrumpe- No estoy apurado, preguntaba porque podemos almorzar juntos y después tomar un baño juntos –propuso

Lali: bueno, no tengo problemas –le sonríe

Peter: ¿Sabes algo? –Ella niega- Viendo al bebé de Euge, imagine a los nuestros, muero de ganas de tenerlos en brazos

Lali: yo también, solo espero que se dejen ver mañana en la ecografía

Peter: si, yo también. ¿Te paso a buscar por casa?

Lali: tengo que ir al juzgado temprano, por lo cual lo mejor será encontrarnos en la clínica

Peter: ¿Qué caso tienes mañana?

Lali: uno de violencia doméstica, espero conseguir que lo dejen preso y que cuando salga tenga una orden de restricción, además de prohibidas las llamadas a mi cliente

Peter: yo tengo un divorcio, así que nos encontramos allí y vamos juntos –asiente.

Llegan a la casa y pasan una grata tarde juntos, entre risas, baños y muchos besos

Al día siguiente, Lali salió primero que Peter, estaba feliz, había conseguido lo que quería, ese mal nacido pasaría una buena temporada entre rejas. Su cliente le agradeció que acepte el caso y que la defendiera, ella le dijo que no tenía que agradecerle, que lo haría mil veces más, que para eso era abogada. A lo lejos ve a alguien que hacía tiempo no veía, mientras esperaba a Peter hablaba con él.

-¿Interrumpo algo?

Continuará…

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Gracias por los 12 comentarios. Dedicado a Mika primea en comentar.

Espero que les gustes, se que hacía tiempo que no subía, por eso hoy subí.

Falta poco para que nazcan los mellizos y para el enfrentamiento que les advertí. Mañana intentaré subir otro, a pesar de estar en vacaciones de invierno, tengo mucha tarea para hacer, además de estudiar para dos parciales que tengo después de vacaciones.

Mañana nos leemos en el otro blog seguro, esperemos que en este también.

Se las quiere.

Sus comentarios son mimos al alma

Besos

Vicky ♥