Capítulo 42

Peter necesitaba pensar, despejarse, manejaba sin un destino fijo, solo necesitaba aclarar sus ideas. Quería a Lali, pero también lo sacaba de quicio a veces, siempre hacía las cosas sin consultarle, estaba cansado, cansado de que ella siempre lo contradijera, casi nunca coincidían. 
Peter: -suspira- ¿Por qué tuvo que aceptar ese caso? ¿Por qué no simplemente lo dejo pasar? –Pensaba en voz alta- No puede tomar ese caso, yo no la pienso dejar ganar y sé que se va a enojar por eso y me la voy a tener que aguantar después. Tiene que haber una forma de hacerla entender. –Pensaba- Quizás después que nazcan los niños se décuenta que no va a poder con todo.

Después de dar varias vueltas se fue a un bar, pidió un vaso de whisky, se lo tomo de un solo trago, no quería pensar, pidió otro y otro hasta que había perdido la cuenta. 
Un mesero al ver que era tarde y que Peter no podía ni pararse, tomo su celular y llamo al primer número que él tenía allí, la persona que lo atendió dijo que enseguida iba, media hora después Paula estaba allí.

Peter: ¿Pau? –Medio mareado
Paula: si Peter, tranquilo te llevo a tu casa
Peter: nop –se intento levantar y casi se cae- nop QUIEDO id a casa –a penas se le entendía lo que decía- Llévame al APADTAMENTO de Pablo –pidió, ella asintió, como pudo lo llevo al auto y lo llevo al apartamento, al llegar allí lo dejo en el sofá, él estaba casi dormido
Paula: Pitt, Pitt –él no respondía- te ves lindo-susurro. Dos horas después, ella preparaba café, suena el celular de él, ella va hacía el sillón adonde está él, busca el celular, ve que es Lali y sonríe con maldad al atender.

Conversación Telefónica

Paula: Hola
Lali: perdón, creo que me equivoque –extrañada
Paula: no Mariana, este es el celular de Peter –trata de aguantar una risita
Lali: ¿Qué haces atendiendo su celular?
Paula: él no puede hacerlo, está dormido –no mentía, pero ocultaba parte de la verdad
Lali: despiértalo y pasámelo –ordenó con furia
Paula: imposible, no creo que quiera hablar
Lali: te dije que me pasarás con él, quiero hablar con el dueño del circo no con los monos, en este caso monas
Paula: no tienes porque hablarme así –al ver que Peter más o menos despertaba
Peter: ¿Paula? –Extrañado y con dolor de cabeza- ¿Con quién hablas?
Paula: -haciéndose la apenada- con Mariana, confundí los celulares –mintió –él la mira y ella le da el celular.
Peter: Lali, ¿Pasa algo?... –ella no contesto- Lali ¿Estás bien? –Sintió que alguien respiraba profundamente- Lali
Lali: estoy bien, -tomo aire de nuevo- solo creo que entre en trabajo de parto –ahoga un grito de dolor 
Peter: ¿Qué? –sorprendido, ella no responde, solo empieza a sonar el sonido de cuando cuelgan el teléfono
Fin de la conversación
Peter: ¡Maldición! –marca de nuevo y le da fuera de línea, llama al teléfono de su casa y nada- Lo siento Paula, pero debo irme
Paula: no te puedes ir así, aún estás mal, bebiste mucho
Peter: tengo que irme, Lali no contesta, puede estar desmayada o tener tanto dolor que no puede moverse. -Preocupado
Paula: yo te llevo, no voy a dejar que manejes así –rotunda, él asiente y ambos van hacía casa de él.
Lali estaba llamando a una ambulancia, o intentaba hacerlo, sabía que los dolores serían fuertes, pero nunca pensó que tanto, tomaba aire como le habían enseñado, pero no le funcionaba. Su celular estaba en el piso desarmado, una fuerte punzada era la culpable de eso, después de eso, sintió sonar el teléfono, pero cuando logro llegar a él, ya habían cortado, intentaba llamar a una ambulancia, pero el dolor no la dejaba pensar, siente la llave en la puerta, suspira aliviada y no tanto, seguramente es Peter y no tiene muchas ganas de verlo, seguramente al ver que no se podía volver a comunicar con ella, había ido para allá. Pero no era Peter, era Candela que al verla en el piso, llorosa y con cara de dolor corrió hacía ella
Cande: ¿Qué pasa? 
Lali: estoy de parto, me duele mucho -suspira
Cande: tranquila, todo va a estar bien –trata de calmarla, toma el celular, pide una ambulancia y avisa al doctor de que Lali estaba en trabajo de parto- ¿El dolor es continuo? –preocupada
Lali: no pero casi –sincera
Cande: -se ve que escucha al doctor- ¿Te caíste, te golpeaste?
Lali: me resbalé en el baño –le preocupo la cara que le vio a Candela- ¿Qué pasa? –hace gesto de dolor.
Candela: corta con el doctor- tranquila, la ambulancia ya viene
Lali: ¿Qué pasa? Te noto la voz rara
Candela: -se sienta junto a ella en el piso- Todo va a estar bien –sin contestarle-¿Llamaste a alguien?
Lali: si, cuando me resbalé vine hasta acá y llame a Peter –entre dolores le conto que la había atendido Paula y eso- Creo que debe estar viniendo, ya que se me cayó el celular por el dolor
Cande: tú respira y tranquila, voy a buscar el bolso de los bebés y el tuyo
Lali: el mío lo estaba haciendo, el de los bebés están listos. ¡AUGH! -Al sentir de nuevo dolor
Candela: tranquila, no te muevas
Lali: no creo que pueda –susurro cuando ella fue a buscarlos bolsos.
-¿Por qué está la puerta abierta?
Lali: Peter –casi en un susurro, lo ve entrar corriendo, pero no solo
Peter: La, -al verla- ¿Qué paso?
Lali: Candela ya llamo la ambulancia –sin mirarlo y sin contestarle
Cande: -yendo hacía allí- La ¿Con quién...? –Se interrumpió al ver a Paula y a Peter junto a Lali- ¿Para qué la trajiste? –Pregunto enojada- Si no podías dejarla no hubieras venido –furiosa, en eso sienten una sirena y casi enseguida aparecen unos paramédicos junto al doctor de Lali. Está enseguida la revisa
Doctor: vamos de inmediato a la clínica, está todo listo para practicar una cesaría de emergencia
Peter: ¿Qué pasa? –preocupado
Doctor: hay posibilidades casi seguras de un desprendimiento de placenta grado 2, puede haber sufrimiento fetal
Lali: ¿Qué? –preocupada
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¡Hola! Gracias por los 7 comentarios, dedicado a anonimo (@zairasantos7) primera en comentar.
Vicky me paso los caps para subirles (pero no tengo acceso al blog de "escrito en las estrellas" por eso solo les subo este).
Espero les guste (yo no quiero que les pase nada a los bebés -.-)
Besos.